Pocos saben que detrás del simpático personaje del Dr. Simi, existe un rincón solidario que alimenta a cientos cada día
CIUDAD DE MÉXICO.— En medio del bullicio capitalino, hay un lugar que ha pasado desapercibido para muchos: el comedor de la Fundación del Dr. Simi. Con un menú completo por solo 20 pesos, este espacio ofrece mucho más que alimento: representa una muestra de solidaridad y apoyo para quienes más lo necesitan.
Ubicado dentro de las instalaciones de la Fundación, este modesto comedor cuenta con decoración colorida y murales pintorescos, incluyendo una imagen del icónico Dr. Simi vestido de chef, rodeado de platillos tradicionales mexicanos. El ambiente es cálido y familiar.
El menú cambia todos los días, pero siempre incluye un guiso casero, arroz o sopa, tortillas y agua de sabor. No se requiere ningún documento ni pertenecer a algún programa social: el único requisito es tener hambre.
«Este lugar es una bendición para quienes andamos batallando», comenta Don Ernesto, uno de los comensales frecuentes. «Por veinte pesos, comemos bien y hasta platicamos un rato con la gente».
La Fundación del Dr. Simi ha señalado que este comedor busca dignificar la alimentación de personas en situación vulnerable, sin lucrar y sin prejuicios.
Una joya escondida, donde el corazón del Dr. Simi no solo baila… también cocina.
