Pasé por la montaña mientras mi hijo gritaba «Papá, el Señor viene de nuevo …», tomé la leña e intenté rápidamente correr, pero seguía escuchando que mi hijo me seguía diciendo
«Corre papá, el Señor está cerca….», cuando llegué donde mi esposa -¿qué sucede amor? -me preguntaba con mucha preocupación, al notar que me sudaban las manos, colocó sus suaves manos en mi mejilla-, confía en mí, ¿qué te paso? -amor… escuché a nuestro hijo hablándome, no sé qué hacer, ¡me sigue culpando! -solo son voces cariño, debemos superar esa muerte tan atroz, recuerda que los detectives están en esa investigación-me respondió ella con su tierna voz de aliento, para evitar que me culpara –
Y si ….¿es cierto? Que fue mi culpa…
–No vuelvas a decir eso, ni en broma -me volvió abrazar para luego gritarle a la montaña. Deja en paz a tu papá, él no tiene la culpa que te le fueras a perder..
Al caer en la noche en aquel bosque, decidimos dormir en la cabaña, le platicaba a mi esposa sobre venderla, pero a ella le encantaba ese lugar, era una decisión difícil de tomar, pero después de algún tiempo logramos el acuerdo.
Llegaron los primeros clientes interesados, la vendimos al mejor precio, ya no quería saber de esa choza, empezamos a irnos a la ciudad, compramos un apartamento cómodo en un edificio, pasaron varias semanas, hasta que recibí una llamada, se escuchaban muchos suspiros, decidí colgar la llamada, luego me volvieron a llamar a la siguiente semana y escuchaba golpes, colgué nuevamente molesto, el número era siempre privado –¿qué sucede cariño? -me preguntaba mi esposa al notarme preocupado -he recibido llamadas, pero nunca dicen nada, siempre escucho cosas extrañas.
-Parece que quieren jugarte una broma algún amigo o compañero, solo ignora, algunas veces son personas desconocidas que no tienen nada que hacer por su vida. -esta bien cariño …
Después de un mes y de haber cambiado el número de teléfono, recibí otra llamada aterradora «¡papá! Ya maté a los intrusos, ¡Te espero!”.
Era mi hijo, le comenté a mi esposa, que, aunque estaba muy asombrada, no podía ocultar lo miedosa aue estaba, algo teníamos que hacer, ese espíritu estaba penando, lo que no sabía es que también podría matar. -no es buena idea ir amor -me decía mi esposa mientras intentaba detener que empacara mi ropa-.
–no entiendes mujer, que nuestro hijo sigue penando, esto es serio, voy a buscar su cuerpo en ese bosque, algo pasó aquella noche cuando él se me perdió, tengo mucha culpa, si la policía se enterara iré a prisión.
Después de una larga discusión, logramos llegar a un acuerdo para ir al bosque, el viaje era tenso, cuando llegamos había mucha neblina, dejamos todo en la cabaña, mi esposa decidió, acompañarme, me fuí directamente en el mismo camino donde lo llevé la última vez, recordaba perfectamente, pero mis ojos estaban sollozos, mi esposa no me soltaba la mano, también estaban llorando, parecíamos unos padres irresponsables, llegamos a la roca donde a él le encantaba jugar. -justo aquí se me desapareció -le decía a mi esposa, mientras le señalaba la parte donde se me había escapado-.
Nos soltamos nuestras manos, debido que empecé a usar el machete para buscar entre las ramas, cuando encontré un zapato de él, me giré para decirle a mi esposa y no estaba, sentí que el mundo se me hacia pequeño, grité varias veces su nombre, y solo escuchaba el canto de las aves, varias voces invadieron mis oídos «irresponsable ….irresponsable …»
Corrí rápidamente de regreso a la cabaña. Cuando llegué estaba mi esposa descarnada, mientras abrazaba a mi hijo que le hacían falta dos ojos, mi pequeño campeón abrió su boca llena de gusanos «gracias, papá, por entregarme a mamá….»
Quedé tan paralizado, que desperté en una cama, algunos vecinos locales afirmaron que me encontraron en la mitad de la carretera de hecho, creían que estaba muerto – ¿qué le paso? -me preguntaba uno de ellos-
-no lo sé ¿saben qué oculta ese bosque? -pregunté, esperanzado que supiera algo-
-Claro, a ese bosque nadie puede entrar, nos enteramos de que dos parejas y un niño compraron una cabaña, pero esta maldita, y todo el bosque también, de hecho, practican rituales con niños.
También escuchamos que hay muchos niños penando en ese horrible bosque …tanto que, si su madre sale a buscarlo, ellos se llevan a su progenitora al inframundo para luego traerla a que pene con él, es aterrador ¿porqué pregunta eso?
-Solo, solo, curiosidad –respondió con un nudo en la garganta-
Mi corazón se entristeció tanto, jamás regresé a ese bosque, quedé solo, sin ganas de vivir, con ganas de dormir y nunca más despertar
Fin
Autor Bedel Conrado
