01/07/2024

 

Daniel Núñez y Andrés Novales son dos fotógrafos y amigos que se han dedicado a la fotografía de naturaleza por más de 7 años.

Hasta hace poco, estaban en busca de cumplir el sueño de todo fotógrafo de este estilo: captar un jaguar.

Ambos desde hace muchos años habían intentado hacer esta toma. Recientemente, Andrés Novales invitó a Núñez a la Unidad de Manejo Chosquitan de la Sociedad Civil Laborantes del Bosque en Petén, donde tuvieron la oportunidad de introducirse en la selva maya en busca del jaguar.

Novales ya había visitado la concesión de Chosquitan con anterioridad, en una ocasión en la que estuvo durante 10 días, pero no se dio la oportunidad de fotografiar al gran felino.

Los dos amigos pasaron 8 días en el lugar, sufriendo por el calor, las innumerables garrapatas, las largas caminatas y las horas que estuvieron sentados en la carretera esperando por un ejemplar.

«En el último día, ya estábamos un poco derrotados», indica Núñez. Estaban planeando irse, pero cuando iban de regreso al campamento para guardar sus cosas y retirarse, pincharon llanta. Esto les hizo perder toda la tarde cambiando la llanta, por lo que prefirieron quedarse e irse al día siguiente, relata Novales.

Es noche, entre las 2 y 3 de la mañana, cuando estaban en el campamento, escucharon el rugido de una hembra llamando a un macho. «Este se vino a burlar de nosotros porque no lo vimos», bromea Novales.

Novales despertó a Núñez cerca de las 3 de la mañana para que escucharan el rugido, por lo que decidieron salir a buscarla. Lograron divisarla por unos segundos, antes de que el ejemplar se escondiera de los fotógrafos.

Cerca de las 5 a.m. volvieron a escucharla, decidieron darle un último intento, hasta que lograron localizar al animal en la carretera. Era una hembra pequeña que estaba acostada en la carretera. «Nos dio todo un show», detalla Núñez. En ese momento pudieron conseguir la foto que estaban buscando.

«La emoción me invadió, empecé a temblar. Logré sacarle las fotos y fue increíble», indica Novales.

Novales finaliza explicando que «todo se alineó», ambos fotógrafos están agradecidos de haber visto al jaguar y de poder cumplir ese sueño.

«Esto resalta lo importante que son las concesiones forestales de la biósfera maya», indica uno de los fotógrafos. «Espero que siga muchísimos años más», termina Núñez.

Las concesiones forestales generan beneficios ambientales para la sociedad y juegan un papel importante para la conservación de la Reserva de Biosfera Maya, según el fotógrafo.