¿Sabías que los famosos cacahuates japoneses no son originarios de Japón, sino del barrio de La Merced en la Ciudad de México? Fueron creados por Yoshigei Nakatani, un inmigrante japonés que llegó a México en 1932, y su esposa Emma Ávila.
Yoshigei, que llegó a México con 22 años, comenzó trabajando en una tienda departamental llamada «El Nuevo Japón». Sin embargo, durante la Segunda Guerra Mundial, muchos japoneses en México fueron acosados y vigilados, lo que llevó al cierre de la tienda y dejó a Yoshigei sin empleo.
Buscando una forma de mantener a su familia, Yoshigei comenzó a hacer frituras en su vecindad, destacándose con sus muéganos. Luego, experimentó con cacahuates mexicanos, recubriéndolos con harina de arroz y salsa de soya, basándose en los mamekashi. La alta demanda lo llevó a usar harina de trigo en lugar de arroz, y así nacieron los cacahuates japoneses.
Llamados inicialmente «Cacahuate Nipón» y con un diseño creado por su hija Elvia, estos cacahuates se volvieron muy populares. Sin embargo, al no registrar la patente, otras compañías empezaron a vender productos similares.
En 2017, la empresa Nipón se unió a la familia Totis, asegurando que los cacahuates japoneses de Nakatani sigan siendo producidos. Además, el famoso cantante Yoshio, conocido por éxitos como «Samurai», era hijo de Yoshigei y Emma.
Lamentablemente, Yoshio falleció el 13 de mayo de 2020 debido a COVID-19.
