
En 1988, Juan Gabriel protagonizó uno de los momentos más memorables de la televisión mexicana al participar como invitado especial en el programa «Mala Noche… ¡No!», conducido por Verónica Castro.
La transmisión, que comenzó a las 10:30 pm y terminó a las 7:20 am del día siguiente, mantuvo a todo México despierto gracias a la carismática y extensa actuación del «Divo de Juárez». A lo largo de más de ocho horas, Juan Gabriel mantuvo a todo México cautivo de su talento y su presencia magnética.
Alrededor de las tres de la madrugada, los mariachis y músicos del programa tuvieron que retirarse, pero esto no detuvo a Juan Gabriel, quien, decidido a continuar, pidió a su staff que fuera a buscar las pistas a su disquera. De este modo, siguió cantando hasta el amanecer, mientras el rating del programa se mantenía estable en niveles altos. La emisión solo se detuvo porque el equipo de producción debía descansar y otros programas debían salir al aire.
El cierre del show fue igual de icónico, con un beso «de piquito» entre Juan Gabriel y Verónica Castro, rememorando la escena que compartieron en la película Nobleza Ranchera (1977). Este inolvidable episodio de Mala Noche… ¡No! fue bautizado como «La noche en que México no durmió».