¿Sabes de donde viene?
En México, la celebración del Día de Muertos es una de las tradiciones más emblemáticas y típicas, donde, además del riquísimo pan de muerto y la calabaza en tacha, la colocación de los altares y ofrendas dedicadas a los muertos, encontramos la pedida de calaverita, una costumbre que data desde la época prehispánica.
La historia cuenta que en aquellos años, un niño macehual al no tener qué ofrendar a sus muertos, salió a “calaverear”, es decir, recolectar fruta, pan, comida y dulces para poner en la ofrenda.
En la época colonial, los niños acostumbraban a salir con una vela en una calavera de chilacayote o calabaza haciendo oraciones y pidiendo apoyo; y en tiempos de la Independencia se cree que las familias con recursos daban de calavera a sus sirvientes un poco de dinero.
Actualmente “el pedir calaverita” se ha combinado con algunos elementos extranjeros, como los disfraces de personajes de terror.
Nota:
macehuales.
En la sociedad azteca, los macehualli eran la clase social que estaba por encima de los esclavos, y jerárquicamente estaban por debajo de los pīpiltin o nobles. Los maceualtin rendían servicio militar, pagaban impuestos y trabajaban en obras colectivas.