12/09/2025
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En una ciudad dónde todos los Universitarios se dedicaban a estudiar y algunos otros a enseñar sucedió el caso de Teresa, Psicolóloga, maestra, Eduardo, era un prestigioso Abogado, que solia ir a otras ciudades para cumplir algùn caso con la delincuencia. Y se tardaba en regresar a su casa a veces días, o semanas.

Mientras que Teresa, era una mujer hermosa y de Color, muy inteligente, maestra de la Universidad.

Eduardo y Teresa, habían contraido matrimonio el verano pasado. Y se veían qu3 eran muy felices, Teresa, ya tenía tres meses de embarazo así que, la familia pronto crecería.

Un día fueron a la Iglesia protestante, a cumplir con un amigo, les había pedido, acompañarlo por el reciente fallecimiento de su mama.
Eduardo, se encontró con una persona que traía bastones, uno en cada mano, le llamo por su nombre, no la conocia pues ésta tenia la cabeza tapada con algo oscuro parecía una mascada negra.
Eduardo recordó ella era Eduviges. La madrastra de Eduardo, se saludaron, luego Eduardo se giro presentandole a su esposa.
Eduviges, al ver que, que su esposa era de color y estaba esperando bebé, (se le vino a la cabeza una idea m4c4br4, y asi, sacar de su vida a Teresa, porqué a ella no le gustaban los «negros» .
Entonces se acercó a Eduardo murmurando le dijo: «Yo te ayudo con tu esposa, vendo mi casa y me voy a vivir a la tuya.»

Eduardo y Teresa, se miraron a los ojos y murmurando, le dijo Eduardo…»La llevamos a casa» Teresa no objetó.

Ya en casa, pasaron dias y parecía que todo caminaba a la perfección.
Teresa, nunca se quejó de la madrastra de su esposo, al contrario, la ayudaba por ser ya una anciana, le daba de comer, la bañaba, le cambiaba de pañal.
Pero Eduviges, no agradecia, era m4lv4da, av3nt4ba la comida y escupía en el suelo, haciendo berrinches, como una niña.
Teresa, la aguantaba por amor a Eduardo, que decidió ayudar a su madrastra.
Teresa pensó que esta señora, le estaba haciendo la vida imposible, ella no sabía que a Eduviges, no le gustaba la gente de color «negros.»

Un día mientras Eduardo se iba a su trabajo, Teresa tenía que lidiar con Eduviges.
Empezó a notar que la madrastra era bruja, y hacia ritos en el cuarto que Eduardo le había asignado para que nadie la molestara.

Entonces Teresa se puso a espiarla, a ver qué hacia.
La puerta de la habitación de la m4dr4stra estaba entreabierta. Teresa pasó y se paro mirando. Eduviges, tenía unos cuadros en las manos, en estos cuadros estaban las fotografias de Eduardo y Teresa. La tomó y la puso en su santuario, además colocó un muñeco de madera desnudo, y ahí empezó a colgarle cruces y una de esa cruces tenía un circulo estaba el nombre de Teresa.
Sacrificios que Eduviges tenía preparados, para acabar de una vez con la Morena Teresa, debido a su color de piel.
Mas tarde cuando la madrastra se fué a dormir, Teresa entró al cuarto para ver que había y vio donde hacia sus ritos de bruja.
Descolgó la cruz donde aparecía su nombre.
Al rato que despertó Eduviges, vio de pie ahi cerca de su cama, a Teresa, y le enseño la Cruz con su nombre
Eduviges que recien había desp3rtado, al escuchar a Teresa hablar, la escupió en la cara y le dijo: «Te odio y quiero que salgas de la vida de Eduardo. Sí no lo haces, te pesará.»

Teresa, no escuchó y salió del cuarto, donde Eduviges estaba. Se fué a su dormitorio a reflexiónar lo que estaba pasando.

Y así siguieron pasando los días, y se volvieron semanas. Eduardo, aún no regresaba de su trabajo.

Mientras la bruja, empezó hacer hechizos, ya delante de teresa, ya no se escondia. Hizo que viera, que ella tenía tres pechos para amamantar. Hizo que Eduardo mamara de ella, y lo cargaba como un bebé en sus piernas. Incluso mostró a Eduardo desnudo cambiadole el pañal, y él besando a la madre en la boca todo como un animal salvaje.

Teresa, no se asustó, no hizo caso y todo lo que encontraba de Eduviges, lo echaba al fuego de la chimenea ahi tronaba cuando ardia en la lumbre.
Nunca se quejó con Eduardo.

Eduviges; continuó haciendo travesuras, ahora hizo popo en su cama, la recogia en sus manos, y empezó a dejar huellas en las puertas, en las paredes y en el piso.

Cuando al fin Eduardo regresó de su largo viaje de trabajo, miró todo lo que había hecho tapandose la nariz de ese olor, a su madrastra la cargó y la llevó a bañar.
Ella gr1t4ba:…..»No quiero bañarme.» Al final, se baño, pero le escupió la cara a Eduardo, estando en la bañera continuó gr1t4ndo que Teresa era la culpable.
Al rato salió del baño ya caminando, y volteó a ver a Teresa que la iba cuidando,
De pronto cuando Eduviges volteo, otra vez esta cayó pegándose en la meza la cabeza, un buen rato no se movía.
Teresa pensó que al fin todo había terminado pero no, la bruja se levantó abrió la boca…escupió s4n*gr3 y algunos dientes que había perdido.

Teresa estaba sorprendida ¡ cómo pudo levantarse con ese fuerte golpe!
Siguiô caminando como si nada hubiera pasado.
Eduardo al ver todo lo que su madrastra había hecho, pensó, ¿qué podía hacer con ella?

Hasta que un día, amaneció m*3rta.
Felices los esposos empezaron a quemar todas sus perten3ncias.

*Su sillon preferido -dijo Eduardo lo ponemos en el desvan?

*No echémoslo a la basura.- respondió Teresa, frunciendo el ceño.

(Teresa nunca le dijo a Eduardo de que murió su madrastra, la nuera la asfixio, usando una almohada).

Para ese tiempo, el niño que nació de ellos ya tenía un año, y Teresa, estaba esperando el segundo.
Fin

Escrito: por Mapola Amaro