* Tavito dejó daño patrimonial por 74 millones de pesos al pueblo de San Andrés Tuxtla, pero construyó una mansión de casi 20 millones de pesos en Ixbiapan y compró decenas de propiedades que hoy le dejan miles de pesos en rentas.
El ex alcalde de San Andrés Tuxtla dió la cara para apoyar a su compadre Yunes Márquez en la campaña al senado por el PRIAN y dicen quienes lo conocen que lo hace casi obligado, pues cuando fue alcalde el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares le permitió hacer negocios y hacer mal uso de los recursos del pueblo de San Andrés.
De acuerdo al informe del ORFIS en 2019 tuvo daño por 11 millones de pesos, en 2021 por 30 millones y en el 2021 fueron 33 millones de pesos, cuenta pública que no ha podido solventar.
Tiene observaciones en calles que están ya destrozadas por construirse de mala calidad, daños en la pista de tartan de la unidad deportiva en menos de seis meses que luego fue parchada.
Sin embargo lo que si fue de buena calidad es la de su residencia que construyó en un predio de más de 3 mil metros en Ixbiapan valuada en casi 20 millones de pesos, por cierto la carretera ixbiapan frente a su casa si hizo de concreto hidráulico de excelente calidad y hasta ahí es donde hay buen alumbrado público.
Además dicen hasta sus propios amigos a los cuales no dejó robar, que Tavo salió más hampon que el ex alcalde Chendo Pelayo a quién tanto atacó, pues Tavo Pérez logró comprar decenas de propiedades en San Andrés Tuxtla y otras partes del estado y del país. Tan solo en San Andrés recibe miles de pesos en renta de edificios y locales que construyó en los terrenos que compró, al igual que hizo el super negocio de su vida con franquicias de cadenas comerciales importantes que llegaron a su municipio durante su Gobierno todo bajo el tráfico de influencias y abuso del poder en turno.
Tavito Pérez es una ratota que navega con carota de ingenuo, pero es igual de hampon que sus compadres los Yunes y hoy con todo descaro piden de nuevo el voto al pueblo para los candidatos del PRI- PAN y PRD dicen hasta quienes eran sus propios amigos en Los Tuxtlas. Por si fuera poco durante su administración se auto compraba el cemento en las tiendas de sus familia obligando a loa contratistas a comprarle aparte de mocharles el 20 por ciento de la obra pública.
La unidad de Inteligencia Financiera debería retomar las investigaciones para estas ratas que tanto saquearon al pueblo y que ahora sin vergüenza quieren regresar.
